FRATERNIDAD: EL GRITO QUE AÚN NO HA SIDO ESCUCHADO
Una persona me preguntó, tras leer un texto muy duro —una especie de grito contra la crueldad y la indiferencia—:“¿Y qué se puede hacer?”No es una pregunta ingenua. Es, de hecho, la única que vale la pena hacerse. Ya me la había hecho antes un alumno de grato recuerdo.
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